CLAVES


dejé el café sin más. ahora, un té, acompañado de pan y aceite y algo más, pulpa exprimida. le dije a una amiga que podríamos crear dos mundos en nosotros mismos. un mundo hacia fuera, abierto, público, y otro hacia adentro, restringido, con clave de acceso. de quince dígitos, con letras y números. imposible de desbloquear. mundos separados, a veces, compartidos. un mundo ajeno a palabras extrañas. ese mundo quiero habitarlo cada día, un ratito.

2 comentarios: